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martes, 24 de noviembre de 2009

Masa crítica. El cambio se acerca…



Hablamos de esperanza, hablamos de cambio, hablamos de fe y siempre con la firme convicción de que el cambio definitivo, -revolucionario-, está cerca…

Entendemos la frustración y el dolor, la impotencia y la irritación ante un sistema profundamente perverso, corrupto, descarado y cínico que nos lleva a la decepción y a la perdida de la fe…

Entendemos el rechazo por la política y a pesar de esto invitamos insistentemente a nuestros amigos a involucrarse en el proceso. A ingresar a los partidos, a los grupos culturales, a los clubes y juntas de vecinos. A hacer oír sus voces, ¡A efectuar el cambio desde adentro!

Muchos lo han entendido y gracias a ellos nuestra sociedad se acerca a su “masa crítica”, como lo describió Ken Keyes Jr. en “The 100th Monkey”. Llega un momento en las sociedades en el que suficientes personas adquieren conciencia y el cambio, cual avalancha, se hace inevitable…

La revolución francesa, la independencia de Haití, la separación de las trece colonias de Inglaterra, la abolición de la esclavitud, los movimientos por los derechos civiles, el desarrollo de los derechos laborales y sindicales, el derecho al voto de las mujeres y de los negros, el final de los gobiernos dictatoriales en nuestro hemisferio, la caída del muro de Berlín son todos ejemplos de momentos en los que sociedades alcanzaron sus masas críticas…

Los escándalos de corrupción que nos han lacerado en los últimos años no son expresiones de una sociedad podrida, son mas bien expresiones de una sociedad que ya no tolera ese tipo de inconductas…Es imprescindible entenderlo para no desanimarnos en la lucha, para no perder la fe y para no perder la perspectiva.

Como sociedad nos acercamos a nuestra masa crítica…un día simplemente nos daremos cuenta que todo cambió, que nada es ya lo mismo y que nunca volverá a serlo…ese día será el comienzo del cambio…y ese día está cerca…

“Lo único necesario para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada”
Edmund Burke

domingo, 22 de noviembre de 2009

El maremágnum de las ideas…


Comenzamos a despertar… que emoción nos causa ver que comenzamos a erguirnos… nos ponemos de pie. Tomamos gradualmente, ¡Finalmente! los espacios que nos corresponden y que tanto se nos han negado, comenzamos a reivindicar la condición de sociedad del mañana…

Pero la sociedad que encontramos es compleja. Casi parece una burla del destino. Es una sociedad que ha sufrido el bombardeo incesante de antivalores e ideas disociantes, una sociedad herida, quizás de muerte… una sociedad putrefacta, hedionda, corrupta, purulenta, sofocante...

Y nuestro adversario es terrible… es formidable. Necesitaremos todas nuestras fuerzas y discernimiento, pues cambia de cara a la vuelta de cada esquina… ¡ay de aquel que le subestime!

“…en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira; todo es según el color del cristal con que se mira…” Ramon de Campoamor

“…for there is nothing either good or bad, but thinking makes it so…” William Shakespeare

Ese es el gigante de nuestro tiempo… nuestro gran, principal y temible enemigo: El relativismo…

Pues las grandes verdades son verdades absolutas. La ley natural no se escribió ayer ni se escribió en otro lugar que lo más profundo de nuestras conciencias y nuestra alma. Siempre hemos sabido que es bueno y que es malo, cuando hemos cuestionado sinceramente nuestras conciencias.

No es tiempo para líderes relativistas que se acomodan a lo que sea conveniente según la “opinión publica”, “la percepción”, o lo “políticamente correcto”, que de eso ya hemos tenido bastante…

El líder que buscamos, ese que estamos llamados a ser; resiste el maremágnum de las ideas de la sociedad actual, es un líder firme cual la roca, no va y viene como las olas del mar. Es plenamente consciente de sus convicciones. Soporta imperturbable y sereno, equivocado o no, pero seguro de si mismo, el mar de ideas, ideologías y teorías que atentan contra la sociedad que representa, no esa que nos causa repulsión y que estamos llamados a cambiar, sino aquella con la que hemos soñado...

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El fantasma de Balaguer



Con preocupación y pena escuchamos a veces a personas, generalmente de edad, añorar los años de Balaguer, extrañar el “modelo económico” de Balaguer y hasta evocar al vil “jefe”…

Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla. Esta máxima nos martilla la conciencia y nos quita el sueño.

Un país que no se ha preocupado de educar a su gente ni académica, ni cívica, ni social ni moralmente. Que no ha explicado a sus nuevas generaciones los procesos históricos que han definido su existencia ocupa siempre un lugar privilegiado entre los que se preparan para repetir su historia…

Pero lo que realmente nos causa desasosiego es cuando escuchamos a jóvenes alabar y evocar a un Balaguer que no saben lo que representó y que no se han ocupado de estudiar a fondo.

Es a ellos, compañeros y amigos entrañables nuestros; a los que debemos a veces recordar lo que significó Joaquín Balaguer para la Republica Dominicana.

Balaguer es el responsable de la perversión de las instituciones públicas. Los buscones y “la búsqueda”. Las “soluciones”, los nuevos millonarios y la degradación de la función publica. De nombrar a cualquiera en cualquier institución, sin importar sus calificaciones. Del trafico de influencias.

Del clientelismo más atroz. De los apartamentos, fruto de la “bondad” de Balaguer, de las funditas indignas, de la “picarización” del dominicano, de las filas, de los juguetes y de las filas, de empujones y de batallas campales por una dadiva indigna.

De la depravación total de la política. De la compra de conciencias, de “dirigentes”, de cedulas y de votos. De los fraudes electorales, de la manipulación, de la campaña sucia, del neo-seudo-nacionalismo vergonzante, del racismo, de la utilización indigna y sucia de los símbolos patrios. De la traición, del “todo vale”…

De la politización, corrupción y putrefacción de la policía y de las fuerzas armadas. De las banderas en los fusiles. De asesinatos de Estado …De la banda y sus sicarios…

De la dictadura ilustrada y los muertos, de Amin, Orlando, Sagrario, Caamaño, El Moreno, Flavio, Henry, Otto, Amaury, La Chuta, Mamá Tingó y Narcisazo. De una generación de jóvenes lideres masacrada. 20 años de atraso…

Pero los gobiernos de Balaguer fueron “estables” y “no había tanta delincuencia” y “se comía” y “había mas trabajo” y otras cuasi verdades. Pero la gente, en ese entonces, no pensaba así.

“Todo tiempo pasado fue mejor” dice el dicho, y es natural que los ancianos de mente, los que no sueñan, los temerosos del cambio y del progreso y los retardatarios y retrógrados piensen así…

Lo doloroso, preocupante, escandaloso, frustrante, desesperanzador y decepcionante es cuando los jóvenes, llamados a soñar la sociedad del mañana, llamados a efectuar el cambio, comienzan a pensar así.

Balaguer no es ejemplo para nosotros. Soñamos con mucho más…

lunes, 2 de noviembre de 2009

Solidaridad maldita…



La Republica Dominicana es una nación tan insólita, un pueblo tan “sui generis’, tan especial y tan desgraciado que a veces la virtud llega a ser vicio…

Los dominicanos son gente solidaria. La solidaridad es parte de la naturaleza y esencia del dominicano…

¿Quién puede negar que los dominicanos sufren con el sufrimiento ajeno? ¿Qué dominicano no ha sufrido un desperfecto en una autopista sin recibir la solicita mano amiga? ¿Quién no sabe del plato de comida que pasa de casa a casa en los barrios? ¿El pesar de la madre que sabe que en la casa contigua no se ha encendido el fogón? ¿Quién no ha reunido alguna ropita, y una que otra latita con algún alimento, -a veces privándose de lo necesario- para ayudar a las victimas de algún desastre natural?

Y cada vez, tristemente, somos menos solidarios. Cabria preguntarse ¿Por qué? En resumen: Por el abuso…

¿Por qué? Pues porque se ha entendido que el dominicano debe ser solidario y pagar su luz y también la luz del que no paga…

Porque se ha entendido que el dominicano debe pagar impuestos y pagar también todo aquello que se debía financiar con sus impuestos –educación, seguridad, agua, recolección de basura, energía de emergencia, salud, recreación, etc.- para supuestamente financiar una “solidaridad” social que termina siendo un arma de manipulación política y humillación indigna e indignante…

Porque hemos tenido que financiar la seguridad social por un “principio de solidaridad” por el que ahora pagamos mas y recibimos menos salud. Porque el Estado no cubrió su parte y ahora tenemos que pagar de nuevo.

Porque el Estado mira con ojos lujuriosos los fondos de nuestras pensiones…

Porque lo que una vez fue un espíritu puro de solidaridad genuina se ha convertido en una solidaridad perversa, una solidaridad maldita que solo nos hace sentir que siendo solidarios no somos mas que unos pendejos…

Por eso…