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lunes, 2 de noviembre de 2009

Solidaridad maldita…



La Republica Dominicana es una nación tan insólita, un pueblo tan “sui generis’, tan especial y tan desgraciado que a veces la virtud llega a ser vicio…

Los dominicanos son gente solidaria. La solidaridad es parte de la naturaleza y esencia del dominicano…

¿Quién puede negar que los dominicanos sufren con el sufrimiento ajeno? ¿Qué dominicano no ha sufrido un desperfecto en una autopista sin recibir la solicita mano amiga? ¿Quién no sabe del plato de comida que pasa de casa a casa en los barrios? ¿El pesar de la madre que sabe que en la casa contigua no se ha encendido el fogón? ¿Quién no ha reunido alguna ropita, y una que otra latita con algún alimento, -a veces privándose de lo necesario- para ayudar a las victimas de algún desastre natural?

Y cada vez, tristemente, somos menos solidarios. Cabria preguntarse ¿Por qué? En resumen: Por el abuso…

¿Por qué? Pues porque se ha entendido que el dominicano debe ser solidario y pagar su luz y también la luz del que no paga…

Porque se ha entendido que el dominicano debe pagar impuestos y pagar también todo aquello que se debía financiar con sus impuestos –educación, seguridad, agua, recolección de basura, energía de emergencia, salud, recreación, etc.- para supuestamente financiar una “solidaridad” social que termina siendo un arma de manipulación política y humillación indigna e indignante…

Porque hemos tenido que financiar la seguridad social por un “principio de solidaridad” por el que ahora pagamos mas y recibimos menos salud. Porque el Estado no cubrió su parte y ahora tenemos que pagar de nuevo.

Porque el Estado mira con ojos lujuriosos los fondos de nuestras pensiones…

Porque lo que una vez fue un espíritu puro de solidaridad genuina se ha convertido en una solidaridad perversa, una solidaridad maldita que solo nos hace sentir que siendo solidarios no somos mas que unos pendejos…

Por eso…

2 comentarios:

Mr. MPF Blogs dijo...

Siempre estarè de acuerdo.... Si es la pura verdad... abuso de poder... chantaje polìtico-estatal algo lamentable; pero real.....

Arturo Féliz-Camilo dijo...

Gracias por tu comentario!